martes, 23 de agosto de 2005

El funeral del soldado Ruiz

"EL ARMY aún no nos ha dado el cadáver de José Luis, pero el funeral será este miércoles en Long Island", me dijo su padre Eduardo King. El cuerpo del soldado José Ruiz, 28 años de edad, será entregado a sus padres este martes, y tan solo un día antes del funeral.
"Desde que nos dieron la noticia, el día más horrible de nuestras vidas, no hemos dormido", explicó Eduardo a la prensa que ha seguido muy de cerca la historia del soldado Ruiz, asesinado, junto a otros tres soldados más, por un grupo de insurgentes iraquíes en la ciudad de Mosul, Irak.
El soldado José Ruiz murió justo dos semanas antes de regresar a su casa en Nueva York.
El dolor de la familia King llega hasta Panamá. Pues, Eduardo King es panameño. Nació en la ciudad de Colón y emigró a Nueva York en 1977, donde conoció a su esposa Juliana King, con quien tiene tres hijos más, de 16, 14 y 12 años de edad.
José Ruiz es hijo adoptivo de Eduardo. "Tenía dos años de edad cuando lo adoptó", me explica Lyudmila, cuñada de Eduardo. "No tenía por qué morir en esta guerra", precisó rotunda. Para los familiares de los soldados estadounidense que fallecen en Irak esta guerra no ha terminado.
"No hay duda de que tenemos un problema de seguridad en Irak" ha reconocido en diversas oportunidades el presidente George Bush. Pero desde Washington se insiste en que la situación está bajo control, y tratan de dar una imagen de calma. La postura oficial del Pentágono es que los ataques que sufren sus tropas en Bagdad y otras ciudades iraquíes, son esporádicos, caóticos y aislados. Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, sigue negando cualquier comparación entre Vietnam e Irak.
No obstante, el ambiente francamente hostil contra la ocupación -que, a la fecha, se ha cobrado la vida de 1, 875 soldados norteamericanos-, y la impresión de que la Casa Blanca no dice toda la verdad, está haciendo flaquear la confianza del pueblo americano en su presidente.
Para una importante y creciente mayoría del pueblo en Estados Unidos, y pese a la triunfalista declaración del 1 de mayo del 2003, cuando se declaró el "fin de la guerra", los objetivos militares no se han cumplido: pacificación de la zona, restauración del régimen democrático y revitalización de la economía en Irak.
Además, la revista Foreign Affairs confirmó recientemente, que el índice de confianza del público norteamericano en la política de Bush en Irak ha bajado considerablemente. Y un 56% opinó que hay demasiados muertos y heridos.
El soldado Ruiz estaba asignado a la Ira Brigada del 21 Regimiento de Infantería norteamericana, cuando fue abatido, junto a otros tres soldados más, mientras escoltaban un convoy militar en Mosul.
José Ruiz era ingeniero en computación, y pese a la objeción de sus padres, tras el ataque del 11 de septiembre a Nueva York, se enroló en la armada norteamericana y no ocultó el patriotismo para defender su país. Había recibido honores militares por su desempeño en el frente, pues, según su padre, Eduardo King "..la Brigada a la que pertenecía le había tocado acciones militares de gran peligro". Pero ahora, esta familia panameña que vive en Nueva York, se pregunta qué será de la viuda de su hijo, Alexa, y de la hija de ambos, Liana Alexa, de tan sólo 8 meses, y que ha quedado huérfana. Eduardo King, dijo que le tocará a los abuelos atenderlas ahora más que nunca, pues su hijo no está. Me explica que "muchos nos están ayudando", y agrega: "Le pido al pueblo panameño que rece por nosotros".
Para los panameños es casi imposible hablar de la muerte en el frente, mucho menos pueden saber qué significa ser soldado, qué comen, cómo luchan, qué sienten.
Sin embargo, podemos sospechar cómo se convierte la muerte de un soldado en víctima de una guerra, especialmente cuando su familia expresa -una y otra vez- que "No saben por qué luchan en Irak".