lunes, 11 de septiembre de 2006

Verdades y mentiras del 11/S

EL SIMPLE hecho que, cinco años después de aquel fatídico día del 11/S, el gobierno del presidente George Bush siga en guerra, no contra Al Quaeda, sino en Irak, demuestra la primera de las mentiras de la Casa Blanca y que han sido descifradas: "Las armas de destrucción masiva" fue sólo un pretexto inventado por Bush para justificar la guerra y para controlar los mercados petroleros. La invasión a Afganistán y el derrocamiento de los Talibanes es hoy parte de la historia militar que nos dejó únicamente impreso en nuestra memoria el rostro del hombre más buscado en el mundo: Osama Bin Laden, responsable del ataque a la Torres Gemelas y el Pentágono, y que sigue libre y campante en Afganistán o Paquistán.
A partir de allí, el balance arroja varias verdades: las campañas a favor de la guerra no han dado resultado entre los estadounidenses, pues hoy más del 64 % de ellos están en contra. Han muerto unos 2 mil 637 soldados estadounidenses en Irak según el Pentágono, pero decenas de miles de iraquíes, la mayoría civiles. Hussein sigue vivo y burlando la justicia. Otra verdad: EE.UU. realizó el 80 % del gasto militar en el mundo, que el año pasado alcanzó el récord histórico de llegar a un billón 118 mil mdd, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz (SIPRI), con sede en Estocolmo. O sea, la guerra resultó un buen negocio para los que lucran con la muerte. Otra verdad es el aumento del precio del crudo y que reportó exorbitantes ganancias a las comercializadoras estadounidense. Al final nos preguntamos sobre los conflictos en Oriente Medio: ¿El petróleo, quién lo tiene y "quién" lo quiere?
Bush está a la baja en las encuestas por sus constantes contradicciones y extralimitaciones jurídicas productos de esta guerra. Una prueba fue el reconocimiento del mandatario estadounidense, el 7 de septiembre, de que existen cárceles secretas de la CIA en el extranjero y que los métodos empleados en los interrogatorios a los sospechosos de terrorismo fueron "duros, seguros, legales y necesarios" afirmó. Esta noticia había sido publicada por el New York Times en junio y precipitó el enfrentamiento entre Bush y el poderoso rotativo.
Nos guste o no, la paz y la seguridad internacional no están mejor pues tenemos más enemigos y más odios contra Occidente. La guerra contra el terrorismo se endurece principalmente en los aeropuertos, e irónicamente se han reducido las libertades individuales. Nadie puede prever lo que Bush hará en el futuro, pero sus contrarios anticipan que "nunca ganará la guerra contra el terrorismo en Irak".